Las prestaciones de ley son aquellos beneficios que tienes al ingresar a un vínculo laboral. Son totalmente independientes al salario; si trabajas para una persona moral o física y tu trabajo es subordinado, es decir que tienes una hora de entrada y una hora de salida.

Sin embargo, hay prestaciones que están sumamente obligadas a dártelas y existen otras (prestaciones superiores) que el patrón opta por otorgarlas —lo cual se agradece.

Las prestaciones que son obligatorias se mencionan en la Ley Federal de Trabajo y el jefe está obligado a brindártelas sí o sí. Algunas de ellas son las siguientes:

 

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